Suave y dulce

Cuándo, por qué y cómo utilizar suavizante

¿Alguna vez has salido de la ducha y has cogido una toalla limpia para darte cuenta de que está dura y rasposa? A no ser que esa toalla sirva también como herramienta exfoliante, quizá debas considerar añadir un poco de suavizante a tu próximo ciclo de lavado. La causa más probable de que la ropa esté áspera y seca es el agua con un alto contenido en minerales, también conocida como "agua dura". Como su nombre indica, el agua dura tiende a endurecer los tejidos. Pero no tema: ¡el suavizante al rescate! Para saber más sobre este poderoso aliado de la colada, sigue leyendo.

 

¿Qué es el suavizante?

El suavizante es un producto de lavandería cuya finalidad es mejorar el aspecto, el tacto y el olor de las prendas que se lavan a máquina. Para ello, deposita una fina capa de agentes suavizantes sobre las fibras del tejido durante el proceso de lavado, suavizando las fibras y reduciendo la fricción generada por el ciclo de lavado. La ropa sale de la lavadora más suave al tacto, menos propensa a la electricidad estática, más fácil de planchar, mejor protegida del desgaste y, además, con un dulce aroma.

 

¿Qué tipo de suavizante debo comprar?

Aunque los suavizantes existen en forma líquida, en hojas para secadora y en bolas para secadora, la forma líquida es, con diferencia, la más común. El suavizante líquido se presenta en un arco iris de colores y un sinfín de fragancias, desde las más exóticas hasta las más discretas. Tanto si tu elección se basa en el aroma, los ingredientes o el precio, asegúrate de consultar la etiqueta para decidirte.

 

¿Cómo debo utilizar el suavizante líquido?

El suavizante líquido suele añadirse (aunque no siempre) al mismo tiempo que el detergente. El lugar donde se añada dependerá del tipo de lavadora que tenga.

  • Carga superior o carga frontal: utilice el tapón de la botella de suavizante para medir la cantidad de líquido recomendada. Viértalo en la bandeja, ranura o columna del dispensador. Si hay varias zonas designadas para el detergente y/o el suavizante, asegúrese de elegir la zona marcada con el símbolo de una flor de seis pétalos.
  • Sin dosificador: si utiliza un dosificador comprado en la tienda, como una bola, llene el dosificador hasta la marca indicada y colóquelo en la lavadora justo antes de iniciar el ciclo de lavado. La bola se abrirá en el momento justo, liberando el suavizante. Podrá recuperar la bola con seguridad una vez finalizado el ciclo completo. Si no dispone de bola, puede seguir añadiendo suavizante manualmente al inicio del ciclo de aclarado, teniendo cuidado de verterlo en el agua y no directamente sobre la ropa, ya que podría mancharla.

 

¿Y las hojas y bolas para secadora?

Las sábanas y las bolas para secadora se utilizan exclusivamente en secadoras. Las hojas son similares al suavizante líquido, ya que contienen sustancias que cubren la superficie de la tela, reduciendo la estática y la fricción, mientras que las bolas de secado no contienen sustancias, pero crean un efecto esponjoso en virtud de chocar repetidamente con las telas mientras se secan en la secadora.

 

Advertencia

El suavizante no debe utilizarse en determinados tipos de ropa, ya sea porque el recubrimiento es perjudicial para el tejido o porque reduce determinadas propiedades protectoras, en particular la resistencia a las llamas. Evite utilizar suavizante (que no sean bolas para secadora) en lo siguiente:

  • Lana
  • Microfibra
  • Pijamas para niños
  • Ropa impermeable
  • Bañadores y ropa deportiva con elastano

 

Para más consejos sobre el cuidado de su ropa y sábanas favoritas, visite nuestra sección especial sobre tejidos.

Oh là là

Dale a tu lencería el cariño que se merece.

Probablemente estará de acuerdo en que, cuando se trata de ropa, la lencería ocupa un lugar especial. A lo largo de la historia, la lencería y la ropa interior han desempeñado diversas funciones, desde las más utilitarias, como el "sujetador" de estrofa preferido por los grecorromanos, hasta las más románticas, como los picardías de encaje que hizo famosos Marilyn Monroe. Hoy en día, la lencería se ha convertido en un auténtico artículo de moda, con colecciones de temporada que ofrecen texturas, formas, estilos y colores siempre cambiantes. Pero a pesar de sus múltiples facetas, la lencería siempre merece el máximo cuidado y atención, sobre todo cuando hay que lavarla.

 

Cómo mantener tu lencería bonita:

 

  • Lo primero es lo primero. Empieza siempre por leer la etiqueta de tu ropa interior. Puede contener instrucciones específicas a tener en cuenta.

 

  • Localiza las manchas. Inspecciona tu lencería en busca de manchas y, si es necesario, aplica un quitamanchas adecuado.

 

  • ¿A mano o a máquina? Los materiales delicados como el encaje, así como los abalorios, las plumas y otros adornos, es mejor lavarlos a mano. Consulte la etiqueta para estar seguro. En todos los casos, el agua fría es la temperatura más adecuada, ya que reduce el riesgo de transferencia de color y encogimiento, garantizando que tu lencería luzca mejor durante más tiempo.
    • Si se hace a mano: En un fregadero o lavabo, llénalo de agua y utiliza un detergente adecuado para prendas delicadas o lencería. Deja las prendas en remojo durante unos 30 minutos, luego frótalas suavemente y acláralas con agua dulce hasta que no queden restos de jabón. Exprime el agua sobrante sin tirar de ella. Puede utilizar una toalla para absorber la humedad adicional.
    • Si es a máquina: Cierra las cremalleras y los corchetes de los sujetadores antes de lavarlos para evitar que se estiren, se enganchen o se rompan. Para mayor protección, utilice una bolsa de malla. Elige el ciclo delicado y centrifugado bajo.

 

  • Opta por el aire fresco. La secadora no es aconsejable, ya que el calor podría dañar gravemente tu frágil lencería. En su lugar, cuélgala para que se seque o colócala plana en un tendedero.

 

  • Doma las arrugas. Si tu lencería tiene arrugas, una plancha fría aplicada al reverso de la prenda puede ser adecuada dependiendo de la etiqueta de la prenda. Si no, la vaporización suele ser eficaz y suave. Prueba con un vaporizador o cuelga la lencería en el baño mientras te duchas.

 

 

¡Eh! ¿Y los chicos?

Estos consejos se aplican a TODA la ropa interior delicada, ¡incluida la masculina! Así que, caballeros, si queréis que vuestros calzoncillos de seda sigan luciendo en todo su esplendor, no tenéis más que seguir estas instrucciones.

 

Para más consejos sobre el cuidado de su ropa y sábanas favoritas, visite nuestra sección especial sobre tejidos.

Vestirse para el éxito

Mantén tu atuendo de negocios impecable con estos sencillos consejos

Aunque el lugar de trabajo actual sea más multinacional, polifacético y multimodal que nunca, una cosa sigue siendo la misma: la ropa hace al hombre... ¡y a la mujer! Los estudios han demostrado que una apariencia pulcra y profesional ofrece una amplia gama de beneficios: aumenta la credibilidad e inspira la confianza de clientes y colegas por igual, al tiempo que refuerza la seguridad en uno mismo y fomenta la proactividad. En otras palabras, mantener un atuendo impecable y limpio puede acercarte un paso más a la consecución de tus objetivos profesionales.

Trajes de limpieza, trajes pantalón y trajes falda:

 

  • Empiece por la etiqueta. Muchos trajes requieren limpieza profesional en seco, en cuyo caso debes evitar el lavado a máquina para proteger tu traje de cualquier posible daño.
  • Elija el programa adecuado. Si la etiqueta de su traje indica que se puede lavar a máquina, asegúrese de elegir el programa y la temperatura adecuados. A menos que la etiqueta indique lo contrario, la mejor opción es sin duda el ciclo delicado, con la temperatura ajustada en frío.
  • Prepara tu prenda. Dale la vuelta al traje y mételo en una bolsa de malla. Así lo protegerás mientras gira en la lavadora.
  • Séquelo al aire. La secadora no es adecuada para los trajes. En su lugar, coloque la prenda en una percha resistente y déjela secar al aire.
  • Cuídalo. Con un cuidado y una atención constantes, puede evitar lavar en exceso su traje y prolongar así su vida útil. Asegúrese de inspeccionar periódicamente el traje en busca de pelusas, polvo u otros residuos, que podrá eliminar fácilmente con un cepillo para trajes. Compruebe también si hay manchas y elimínelas con un paño húmedo y detergente suave, dejando secar el traje en una percha.
  • Cuélgala bien. Evita los colgadores de alambre: tu ropa se merece algo mejor. En su lugar, utilice un colgador de trajes de madera resistente y de alta calidad, que le ayudará a mantener su traje en forma a la vez que absorbe la humedad. No olvide colocar el traje en una funda de tela antes de colgarlo en el armario. Esto protegerá su prenda a la vez que permitirá el flujo de aire necesario para que "respire".

Limpieza de blusas y camisas de vestir:

 

  • Consulta la etiqueta. Algunas blusas y camisas de vestir sólo se pueden limpiar en seco. Otras requieren temperaturas frías, así que asegúrate de leer los detalles indicados en la etiqueta.
  • Prepare su camisa de vestir. Desabróchese la blusa o camisa y quítese los gemelos, tirantes de cuello u otros accesorios.
  • Comprueba las manchas. Inspeccione su blusa o camisa en busca de manchas, y pretrátelas si es necesario con un quitamanchas o una pequeña cantidad de detergente.
  • Manéjela con cuidado. Si su blusa o camisa se puede lavar a máquina, elija el ciclo y la temperatura según el tipo de tejido y el grado de suciedad de la prenda. Por regla general, los tejidos más finos y ligeros deben lavarse en un programa delicado, mientras que los más gruesos pueden lavarse en un programa normal y a temperaturas más altas. Si le preocupa que se destiñan los colores, lave prendas de colores similares juntas o utilice un protector de color.
  • Seca, pero no del todo. En cuanto termine el ciclo de lavado, cuelgue la prenda húmeda en una percha de calidad y deje que se seque hasta que se haya evaporado la mayor parte de la humedad, pero no toda. Planchar la blusa o camisa cuando aún está ligeramente húmeda facilitará el proceso.

¿Y las corbatas y bufandas?

En general, la limpieza de corbatas y pañuelos debe dejarse en manos de profesionales. No obstante, compruebe siempre la etiqueta para estar seguro. El lavado a mano puede ser una opción, en cuyo caso un detergente suave y el secado al aire es la mejor manera de mantener sus corbatas y pañuelos en perfectas condiciones.

 

Para más consejos sobre el cuidado de su ropa y sábanas favoritas, visite nuestra sección especial sobre tejidos.

Cuidado del capullo

Sigue estos prácticos consejos para mantener tu cama suave y encantadora como un sueño

Tras el ajetreo de los últimos meses, y con los objetivos y las presiones del 2024 haciéndose ya sentir, puede que estés fantaseando con retirarte a tu cama a echar una larga siesta invernal. Si es así, estás de suerte: los primeros meses del año suelen coincidir con las rebajas de ropa blanca, lo que significa que ahora es el momento de prestar a tu ropa de cama una atención muy merecida. Sigue estos sencillos consejos para convertir tu dormitorio en un refugio de descanso limpio y de dulce aroma.

 

Sábanas y fundas de almohada:

  • Comprueba la etiqueta. La mayoría de las sábanas se pueden lavar a máquina, pero comprueba la etiqueta de todos modos. Algunos tejidos delicados se lavan mejor en seco o a mano, y siempre es mejor prevenir que curar.
  • Elige el programa adecuado. Si sus sábanas se pueden lavar a máquina, lávelas en agua caliente, templada o fría según las indicaciones de la etiqueta, teniendo en cuenta que las temperaturas más altas son más eficaces para eliminar los gérmenes y los ácaros del polvo. Algunos modelos de lavadora tienen un programa específico para "ropa de cama"; de lo contrario, el programa "normal" suele ser adecuado para las sábanas. Si lavas tejidos delicados como la seda, elige el programa "delicado".
  • Añada detergente y suavizante. Cualquier detergente suave es adecuado para lavar las sábanas. Para mayor suavidad, sobre todo si tienes agua dura, no olvides añadir suavizante.
  • Secar completamente. Las sábanas deben secarse completamente antes de usarlas o guardarlas. Séquelas en secadora a baja temperatura hasta alcanzar el grado de secado óptimo. Alternativamente, si su casa está equipada con un tendedero exterior, y el tiempo es agradable, ¿por qué no secar sus sábanas (y toallas) al aire libre? Olerán muy bien, y tu presupuesto también se beneficiará.
  • Las sábanas y fundas de almohada deben limpiarse cada una o dos semanas, dependiendo de la estación del año y de si padece o no alergias.

 

Los pasos anteriores garantizarán que sus sábanas se mantengan en óptimas condiciones. Pero, ¿qué ocurre con los artículos de cama más delicados, como las almohadas y los edredones? También hay que cuidarlos. Sigue leyendo para saber cómo.

 

Almohadas y edredones:

  • Comprueba la etiqueta. Algunas almohadas y edredones pueden lavarse a máquina (siempre que la máquina sea lo bastante grande), pero otros no. Como las grandes dimensiones de los edredones dificultan el lavado a máquina, lo más sensato es lavarlos en seco.
  • Con cuidado. Si opta por el lavado a máquina, elija el ciclo delicado y un detergente suave.
  • Séquelas bien. No querrás que tu ropa de cama huela a moho, así que asegúrate de que las almohadas y los edredones estén secos al 100% antes de guardarlos o utilizarlos. Sécalos en la secadora a baja temperatura (con una pelota de tenis o dos para que queden lo más esponjosos posible) o cuélgalos en el exterior para que se sequen al aire libre.
  • Repita la operación (pero no con demasiada frecuencia). Un lavado excesivo puede dañar las almohadas y los edredones, así que lávelos con moderación. Las almohadas sólo deben lavarse una o dos veces al año; los edredones suelen estar protegidos por una funda, por lo que sólo hay que lavarlos una vez cada varios años.

 

Para más consejos sobre el cuidado de su ropa y sábanas favoritas, visite nuestra sección especial sobre tejidos.

Baby, it's cold outside

¿Cómo mantener en buen estado los abrigos y chaquetas de invierno?

Cuando los días empiezan a acortarse y ese frío en el aire se hace más persistente, significa que ha llegado el momento de sacar del armario nuestros abrigos y chaquetas para el frío y ponerlos de nuevo en activo. Desgraciadamente, si no guardamos bien nuestra ropa exterior la temporada pasada, lo más probable es que no esté en las mejores condiciones. Pero no temas: con un poco de cuidado, tus abrigos y chaquetas estarán como nuevos.

Preparar la ropa exterior para su uso inmediato:

  • Examínalo. Su abrigo o chaqueta puede parecer limpio, pero las apariencias engañan. Puede haber manchas pequeñas o de color claro que hayan pasado desapercibidas, y si no limpiaste la prenda antes de guardarla, puede tener un desagradable olor a humedad.
  • Trátala. Si su prenda se puede lavar a máquina, asegúrese de tratar previamente cualquier mancha que detecte. Hay una gran variedad de quitamanchas disponibles; sólo recuerda ser delicado al tratar las manchas.
  • Límpiala. Consulte la etiqueta de su prenda y siga las instrucciones de limpieza indicadas. Si tu abrigo o chaqueta puede lavarse a máquina, asegúrate de utilizar el programa adecuado y la cantidad correcta de jabón (añadir más jabón no hará que la prenda quede más limpia).
  • Sécalo. Aunque su abrigo o chaqueta pueda lavarse a máquina, evite el riesgo de la secadora y cuélguelo para que se seque. Tu prenda (y tu presupuesto) saldrán ganando.

Una vez que hayas seguido estos pasos, estarás listo para disfrutar al máximo de tu ropa de invierno caliente (y limpia). Acuérdate de mantener tu prenda en perfecto estado durante los meses más fríos comprobando periódicamente que no tenga manchas, eliminando cualquier pelusa o resto de suciedad con un rodillo para pelusas o un paño húmedo y, si es necesario, dándole una limpieza completa. Una vez que vuelvan los días más cálidos, sólo tiene que seguir las pautas que se indican a continuación para garantizar un almacenamiento óptimo de la prenda hasta que vuelva a necesitarla.

Guarda tus abrigos y chaquetas cuando haga calor:

  • Limpiar y volver a secar. Siga los pasos mencionados para asegurarse de que sus abrigos y chaquetas están en el mejor estado posible antes de guardarlos. Procure no guardar las prendas hasta que estén completamente secas.
  • Utilice protección de tela en lugar de plástico. Sus abrigos y chaquetas necesitarán "respirar" durante el tiempo que estén guardados. Las bolsas de tela permiten que circule el aire y son preferibles a las de plástico.
  • Elija la posición de almacenamiento adecuada. Ten en cuenta que algunos abrigos se guardan mejor colgados, mientras que otros es mejor doblarlos para que conserven su atractiva forma (las chaquetas de piel, por ejemplo).

 

Para más consejos sobre cómo cuidar sus prendas favoritas, visite nuestra sección de tejidos especiales .

¡Vamos equipo!

Cómo cuidar la ropa deportiva de tu joven deportista

Fútbol, gimnasia, tenis, danza, bádminton, kárate... el mundo del deporte ofrece un sinfín de beneficios a los jóvenes de todas las edades. Ya sea el trabajo en equipo o las dotes de liderazgo, la determinación o la coordinación, la práctica deportiva proporciona a los jóvenes una serie de herramientas que les servirán toda la vida. Sin embargo, como todos los padres saben, el deporte puede pasar factura a la ropa. Para que esos maillots y leotardos sigan luciendo (y oliendo) bien, hay que prestarles un poco más de atención.

Cuando laves la ropa deportiva de tu hijo, ten en cuenta las siguientes sugerencias:

El sudor no es nada que haya que temer,es señal de que tu joven atleta ha trabajado duro, pero si se deja demasiado tiempo, el sudor puede causar manchas difíciles de quitar. Así que asegúrate de que esa ropa sudada pasa de la bolsa del gimnasio a la lavadora el mismo día si es posible. Si se forma alguna mancha de sudor, prueba a tratar previamente la prenda antes de lavarla a máquina. Haz una mezcla de 1 cucharada de vinagre blanco y media taza de agua. Sumerge la zona manchada durante unos 30 minutos y, a continuación, lávala a máquina.

 

Empieza por las manchas. Para las manchas difíciles como las de hierba, barro y alguna mancha de sangre, trátalas previamente con un producto quitamanchas ya preparado o con una solución sencilla que puedes preparar tú mismo con ingredientes caseros como vinagre blanco, bicarbonato y agua:

  • Para las manchas de hierba o barro, pruebe a mezclar una parte de vinagre con dos de agua. Aplique suavemente sobre las manchas, asegurándose de que queden totalmente empapadas en la mezcla. Deje reposar durante 1-2 horas y, a continuación, lave a máquina. Para manchas especialmente difíciles, utilice vinagre blanco sin diluir.
  • Para las manchas de sangre, sumerja la prenda en agua muy fría lo antes posible. Transcurridos 20 minutos, frote suavemente la zona manchada entre los dedos para ver si la mancha se desvanece. Si es así, siga remojando la prenda de 5 a 10 minutos más y, a continuación, lávela a máquina. Para las manchas de sangre más resistentes, remoja la mancha en vinagre blanco sin diluir durante 10 minutos. Evite utilizar lejía o peróxido de hidrógeno sobre la mancha a menos que el tejido sea blanco, e incluso en ese caso, asegúrese de actuar con precaución para evitar cualquier decoloración no deseada.

 

Cuidado con el calor. Los materiales elásticos como el elastano o el nailon pueden ser sensibles a las altas temperaturas, así que asegúrate de que el ciclo de lavado no sea demasiado caliente. Ten en cuenta también que algunas manchas pueden ser mucho más difíciles de quitar después de haber estado expuestas al calor. Por estas dos razones, evita la secadora y deja que tu ropa deportiva se seque al aire libre.

Elige el detergente adecuado. La mayoría de la ropa deportiva puede lavarse con cualquier detergente multiusos. Sin embargo, puede que te interese elegir un detergente específico para deportes, que suele incluir un aditivo antibacteriano para una dosis extra de acción antiolor.

El suavizante es opcional. Las propiedades de absorción de la humedad de algunos tipos de ropa deportiva pueden verse mermadas por el suavizante. Si la suavidad es imprescindible para ti, comprueba primero la etiqueta de tu prenda.

Y cuando laves la ropa deportiva de tu joven atleta,

consulte siempre las instrucciones de cuidado de la etiqueta.

 

Para más consejos sobre cómo cuidar sus prendas favoritas, visite nuestra sección de tejidos especiales.

¿Significa "lavar sólo a mano" lo que dice?

Algunas prendas requieren un cuidado especial, pero es más fácil de lo que crees.

Todos tenemos ropa cuya etiqueta lleva esas tres ominosas palabras: "lavar sólo a mano" o/y esta pequeña pictograma. La comodidad moderna de las lavadoras ha hecho innecesario el lavado manual para muchos tipos de prendas. Sin embargo, cuando se trata de ciertos tejidos, el cuidado extra no es negociable. Para estas prendas, lavar a mano significa exactamente lo que dice.

 

 

¿Por qué? Porque los tejidos antiguos, tejidos a mano o frágiles como la lana, la seda o el encaje, así como los detalles decorativos como la pintura, los abalorios o las lentejuelas, pueden resultar dañados por el agua demasiado caliente o por un centrifugado demasiado brusco. Y aunque tengas la tentación de poner la lavadora en la posición "delicada", el riesgo de que se encojan, se enganchen o se estropeen tus prendas lavadas a mano es demasiado grande.

 

Pero hay buenas noticias: ¡no hay nada que temer al lavado de prendas delicadas! Sólo tienes que seguir estas sencillas pautas y tus prendas delicadas favoritas seguirán luciendo como el primer día.

 

  • Utiliza un lavabo limpio y vacío.
  • Llenar con agua templada, ni demasiado caliente ni demasiado fría, a 40°C como máximo.
  • Elija un detergente que se adapte a su artículo. Por ejemplo, puedes elegir un detergente multiusos, un detergente para lana, un detergente especial para lavar a mano, etc.
  • Coloque la ropa en el recipiente y asegúrese de que todo el tejido está completamente impregnado de agua jabonosa. Déjala reposar unos 30 minutos y, a continuación, agítala suavemente en el agua, con cuidado de no retorcer nada, ya que podría estirar el tejido.
  • No es necesario dejar la ropa en remojo durante mucho tiempo; con 30 minutos es suficiente.
  • Aclara bien la ropa, asegurándote de que desaparece cualquier rastro de detergente.
  • Exprima suavemente el exceso de agua de arriba abajo, evitando cualquier movimiento de torsión. Puede enrollar brevemente la ropa en una toalla del mismo color para absorber parte de la humedad.
  • No metas nunca en la secadora prendas que sólo se laven a mano, ya que es muy probable que el calor las dañe. En su lugar, cuélgalas para que se sequen.
  • Ya está. Tus prendas delicadas volverán a estar listas para usar en un abrir y cerrar de ojos. Puede que lavarlas te haya llevado unos minutos más, pero a veces no hay nada como tus propias manos.

 

 

Para más consejos sobre cómo cuidar sus prendas favoritas, visite nuestra sección de tejidos especiales.

Vaqueros, ¡la prenda icónica de tu armario!

Un "imprescindible del armario": los vaqueros se ven en las pasarelas o los lleva casi cualquiera por la calle.

Viste todas las siluetas y encuentra su lugar en los armarios de mujeres, hombres y niños. Disponibles en varios colores y cortes, los vaqueros siguen siendo la prenda más vendida, con 73 pares vendidos cada segundo en el mundo.

Los vaqueros se popularizaron en la década de 1850, con el famoso modelo 501 de Levis. Pero la creación de esta prenda se remonta al siglo XVI.

A menudo se hace referencia a los "vaqueros" como un artículo de moda. Esta palabra polivalente se utiliza para describir el famoso par de pantalones azules, pero este uso realmente eclipsa su significado esencial: su tejido. En efecto, lo que comúnmente llamamos "vaqueros" resulta ser un tejido (denim), que difiere de la "prenda" vaquera propiamente dicha.

 

Cómo lavar correctamente tus vaqueros:

  • Antes de lavarlos, fíjate en las instrucciones de la etiqueta de lavado de tus vaqueros.
  • Da la vuelta a tus vaqueros antes de meterlos en la lavadora para evitar que queden rayas blancas.
  • Lava tus vaqueros con agua casi fría
  • No los deje demasiado tiempo en la secadora (15 minutos como máximo).
  • Termina de secar tus vaqueros colgándolos en una percha especial para pantalones
  • Para evitar que el color inicial de los vaqueros se destiña, hay que ponerlos en remojo durante una hora antes del primer lavado, en un baño de agua tibia (2 litros) con media taza de vinagre blanco.

     

    Para más consejos sobre cómo cuidar tus vaqueros, visita nuestra sección tejidos especiales especiales.

Tu bañador: ¡la auténtica estrella de las vacaciones!

¿Quieres saber más sobre cómo cuidar tus prendas textiles y conservarlas más tiempo? Aquí tienes consejos y trucos para cuidar tus imprescindibles del verano.

Aunque nuestro bañador es una prenda esencial del verano, ¡realmente tendemos a hacérselo pasar muy mal! Desde el cloro a la sal, pasando por el aceite y la crema solar... soporta una buena ración de tratamientos que acortan considerablemente su vida útil, si no lo cuidas como es debido.

 

Vale, pero ¿cómo debemos cuidar exactamente nuestro bañador si queremos volver a ponérnoslo cada temporada?

Cómo lavar correctamente el bañador

  • Aclara el bañador con agua limpia después de cada uso
  • No escurras el bañador manualmente, ya que podrías dañar las fibras.
  • Mira la etiqueta de cuidado de tu bañador para asegurarte de que se puede meter en la lavadora.
  • Prefiere lavar a mano o con un programa delicado
  • Utilice un detergente especial para tejidos delicados
  • Para eliminar una mancha de crema solar, puedes verter un poco de detergente líquido o detergente lavavajillas directamente sobre la mancha antes de frotarla suavemente.

El paso esencial: ¡el aclarado!

Para conservar el bañador, acláralo con agua fría después de cada uso. Esto es esencial para eliminar los residuos de sal o cloro que pueden ser corrosivos para su tejido con el tiempo.

 

Para más consejos sobre el cuidado de la ropa de baño, visite nuestra sección tejidos especiales especiales.

Lavandería: cómo afectan los programas de la lavadora al consumo eléctrico

Todos tenemos el poder de cambiar nuestros hábitos. He aquí cómo pulsar los botones adecuados...

Todos tenemos el poder de cambiar nuestros hábitos.
He aquí cómo pulsar los botones adecuados...

El ahorro energético se ha convertido en una prioridad para la mayoría de los hogares. Además de la preocupación por el medio ambiente, la actual coyuntura económica nos urge a frenar nuestras facturas energéticas. La mayoría de nosotros estamos dispuestos a cambiar nuestras rutinas domésticas, pero también queremos asegurarnos de que nuestros esfuerzos merecen la pena. En cuanto a la colada, la lavadora es un buen punto de partida.
¿Cómo debemos utilizarla? ¿Qué temperatura y qué programa debemos elegir?

Para encontrar las respuestas adecuadas, GINETEX (la Asociación Internacional de Etiquetado para el Cuidado de los Textiles) lanzó una encuesta realizada por Testex*, para examinar qué factores influyen en nuestro consumo de electricidad cuando encendemos la lavadora.

Elegir la temperatura adecuada

Según las cifras de Testex, la temperatura de lavado es la que más influye en el consumo eléctrico. Reducir la temperatura de lavado de 40°C a 30°C aumenta el ahorro de energía en un 30%, mientras que lavar a 60°C consume un 50% más de electricidad que a 30°C. Utilizar los programas a 90°C (la temperatura más alta de las lavadoras), duplica el consumo de energía del lavado a 40°C.

Cuanto menor sea la temperatura de lavado, ¡mayor será el ahorro!

El uso de temperaturas de lavado superiores a 40°C puede ayudar a eliminar manchas difíciles, pero conlleva un consumo de energía significativamente mayor. Las prendas muy sucias pueden necesitar un programa de lavado a temperaturas más altas (si lo autoriza la etiqueta de cuidado), lo que supondrá un mayor consumo de energía. Sin embargo, esto preservará la durabilidad de su tejido.

Controla la velocidad de giro

Lo mismo ocurre con el centrifugado. Una velocidad más alta consume más electricidad pero es más eficaz para eliminar el exceso de agua, y cuanto más seca salga la ropa de la lavadora, menos tiempo pasará en la secadora.

En otras palabras, si no utiliza secadora, reduzca la velocidad de centrifugado para ahorrar energía. Si utiliza secadora, puede aumentar la velocidad de centrifugado; recuerde que centrifugado + secado aumentarán la factura total de energía.

 

Capacidad de carga de la lavandería, no hagas las cosas a medias

Con el mismo programa, una máquina a media carga consumirá entre un 50 y un 70% más de energía por kg de textil que una a plena carga. Recuerda:

Utilice la lavadora con menos frecuencia y sólo con la carga completa. Además, preservará la calidad de sus tejidos, ya que evitará los choques mecánicos.

 

Los programas de lavado rápido pueden ahorrar energía

Si acostumbra a seleccionar el botón de prelavado, tenga en cuenta que aumenta el consumo de energía entre un 15 y un 20%, ¡además de utilizar más agua! Considera utilizarlo sólo para lavados ocasionales de gran intensidad.

Testex también revela que los programas de "lavado rápido", cuando se utilizan a baja temperatura (30°C), ofrecen casi un 20% de ahorro de energía. A altas temperaturas (90 °C), sin embargo, el ahorro es menos significativo.

Si la colada no está demasiado sucia, la recomendación es hacer un lavado rápido a 30 °C en lugar de 40 °C.

El lavado en caliente ocasional sigue siendo aceptable, ya que ayudará a mantener su máquina limpia y prolongará su vida útil.

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