No hay nada como la lana para ahuyentar los escalofríos. Ya sea envuelta en una cálida bufanda o con un suave jersey, la lana tiene un poder reconfortante que la convierte en la favorita de personas de todas las edades. Sin embargo, como la lana es piel de animal, es frágil. Por eso hay que tener especial cuidado al lavar los artículos de lana (incluidas las mezclas de lana). Pero no temas. Sólo tienes que seguir nuestros consejos rápidos y prácticos, y tu lana seguirá siendo suave y cálida durante años.
Consejo nº 1: frío, frío, frío
La regla más importante a la hora de lavar la lana es elegir agua fría. Como la lana es sensible al calor, lavarla en agua caliente podría hacer que encogiera. Para evitar la decepción de descubrir que tu jersey de lana XL ha encogido hasta convertirse en un XXS, asegúrate de que el agua no esté a más de 30°C. Si tu prenda de lana se puede lavar a máquina, ten en cuenta que algunas lavadoras incluyen un ciclo especial para "lana" cuyas temperaturas son, sin embargo, demasiado altas para la lana (40°C). Elija este ciclo sólo si puede ajustar la temperatura a 30 °C o menos.
Consejo nº 2: sea breve
La naturaleza sensible de la lana hace que no deba lavarse con ciclos de lavado demasiado largos o intensos. El ciclo delicado/suave suele ser el ideal, pero si su lavadora no dispone de él, asegúrese de ajustar el centrifugado a no más de 600 rotaciones por minuto. Recuerde también que el lavado a mano es una opción.
Consejo nº 3: elija el detergente adecuado
El mejor detergente para artículos de lana es suave y especial para lana, ya que los detergentes de uso general pueden ser demasiado fuertes.
Consejo nº 4: secar con cuidado
Las prendas de lana nunca deben secarse en secadora ni retorcerse para eliminar el exceso de agua. En lugar de ello, enrolla las prendas de lana húmedas en una toalla seca para absorber la mayor parte de la humedad y, a continuación, colócalas en posición horizontal para que se sequen. Evita secarlas colgadas, ya que el peso de la lana húmeda podría deformar la forma de tus prendas.
Consejo nº 5: lavar con moderación
Como la lana es frágil, procura no lavarla en exceso. Una bufanda de lana, por ejemplo, no necesita lavarse a menudo. Las mantas de lana pueden sacudirse enérgicamente o limpiarse en caso de manchas. Al fin y al cabo, las ovejas en libertad no suelen bañarse en lavadoras (¡que sepamos!).
Para más consejos sobre el cuidado de su ropa y sábanas favoritas, visite nuestra sección especial sobre tejidos.